Hace poco más de un año conocimos el estilo slow deco. Una tendencia decorativa nacida de buscar una forma de vida mucho más calmado y más alejada del estrés de lo que es el día a día de la ciudad. El trabajo, el tráfico, la cantidad de tareas que hacemos a diario hacen que tengamos que buscar un oasis que nos salve de ello. Y ese oasis de descanso y de paz es nuestra casa y lo conseguiremos a través de la decoración slow deco.
Las claves del estilo Slow Deco
En primer lugar, lo más importante es desarrollar espacios que resulten armónicos. En este sentido, la distribución espacial es fundamental. Lo ideal es desarrollar espacios despejados que faciliten el recorrido, que debe ser fácil y práctico.
Se debe prever la creación de ambientes que fomenten la relación de los miembros de la familia y que permitan el desarrollo de distintas actividades para estar reunidos y con cierta individualidad. Crear zonas que inviten a la reunión y la conversación.
En viviendas de pocos metros, se pueden configurar espacios flexibles que permitan distintas funciones y se adapten a las necesidades.
En todos los casos, el orden es imprescindible si queremos espacios armónicos que transmitan la sensación de equilibrio y paz. Para ello, determinar que cada cosa tenga su sitio es fundamental.
Sabemos que la luz natural es muy beneficiosa para nuestra salud y hace nuestro entorno más agradable. Por tanto, es conveniente favorecer la entrada de luz natural en nuestra vivienda. Algunos recursos nos pueden ayudar como por ejemplo: desarrollar espacios despejados y no obstaculizar el paso de la luz con divisiones o mobiliario, utilizar textiles livianos para cortinas o estores o incluso colocar espejos en sitios estratégicos para reflejar la luz natural y, al mismo tiempo, duplicar los espacios.
Así mismo, conviene destinar las zonas más luminosas de la vivienda para aquellas tareas que lo requieran. Por ejemplo, crear una zona de trabajo o un rincón de lectura junto a la ventana.
En relación con el punto anterior, si la vivienda tiene espacios exteriores, los debemos de aprovechar al máximo para disfrutar del aire libre y vivir desde nuestro propio hábitat en conexión con la naturaleza. Ya sea jardín, porche, terraza o un pequeño balcón…no los descuidemos; los debemos de tratar como un espacio más de la casa para que se conviertan en una confortable zona abierta.
De la misma forma, en la medida de lo posible, sería ideal disponer de un espacio para el relax y la desconexión. Cada uno sabe cuál es su vía de desconexión y con qué actividad la canaliza: lectura, manualidades, ejercicio físico, yoga, meditación, sesiones de belleza…
Crear ambientes agradables y reconfortantes. Se tienen muchos aliados para propiciar escenas sugerentes. La iluminación, por ejemplo, es un aspecto importante. Se puede regular la intensidad de las luces artificiales para crear el clima adecuado y también incorporar velas que, además, pueden aportar aromas sensoriales.
Y, por cierto, la desconexión también incluye la desconexión tecnológica. La tecnología es muy práctica y nos facilita mucho la vida pero desconectar de vez en cuando también es saludable.
Materiales y colores para conseguir un estilo Slow Deco
El slow deco busca la sencillez decorativa, la armonía entre los espacios y en el conjunto de la decoración. En cierta parte, tanto en los materiales como en los colores, el slow deco se parece al estilo nórdico. La gama de colores slow deco también es muy nórdica: blancos, beiges y mucha madera natural. Pero el slow deco tiene otro gran aliado: el azul. El azul es un color que transmite tranquilidad, relajación y empatía, por lo que es un color que va con toda la filosofía slow deco.
Los materiales que completan esta decoración son las maderas naturales, el lino, el algodón, mimbre y ratán. También se termina la decoración slow deco con plantas que, como siempre, dan ese último toque con vida a la casa. Parece que estamos montando una casa rural en vez de un casa con ambiente slow deco, pero nada más lejos de la realidad. Esta es la gama principal, pero combinan muy bien los rosas palo, el verde intenso e incluso el negro, aunque éste con menos frecuencia.
Pues esto es el slow deco. Un nuevo estilo a la hora de decorar la casa que está pisando fuerte y que va a ser una tendencia a tomar en cuenta en estos próximos años.
Fuente: ExpoDECO Magazine