El museo nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí de Valencia inaugura este jueves la exposición “Las vanguardias de Lladró: innovación desde el origen, que resume en más de medio centenar de piezas el deseo de la popular firma valenciana de buscar a lo largo de 60 años de actividad nuevos caminos artísticos y dejar entrar “aire fresco” de la mano de diseñadores externos.
La muestra que se puede contemplar en el Palacio del Marqués de Dos Aguas hasta el próximo 14 de octubre, ha sido presentada en rueda de prensa por el director del museo, Jaume Coll, y la directora del Museo Lladró y comisaria de la exposición, Carmen Tarín.
La exhibición arranca con un primer ámbito dedicado a las creaciones más innovadoras realizadas por los artistas de la empresa valenciana. Se trata de figuras ya descatalogadas puesto que pertenecen a colecciones antiguas y que forman parte ya de los fondos del Museo Lladró.
La muestra da cuenta de cómo la firma abrió la puerta en los años ochenta a los primeros autores externos, que fueron Pablo Serrano y Amadeo Gabino. Solo la del primero llegó a estrenarse comercialmente en 1985 y supuso “un hito” como la primera colección de porcelana seriada de vanguardia.
A partir del año 2000, nuevos nombres se incorporan a la lista de colaboradores: los valencianos CuldeSac, el alemán Bodo Sperlein o los ingleses Committee. Todos ellos participan en el proyecto “Re-cyclos” en el que se invita a los diseñadores a aportar una visión diferente de los clásicos de Lladró. De este modo, los tradicionales ornamentos navideños, las flores, los caballos y los propios moldes se reinventan dando lugar a obras de estilo más contemporáneo.
En el año 2006, llego el español Jaime Hayón, que ha conseguido una gran aceptación con su colección “The Fantasy” donde su particular universo artístico se vuelca en la porcelana.
Los visitantes que se acerquen al museo tendrán además la oportunidad de ver algunas curiosidades, como dos figuras que hicieron de tiradores de la primera tienda de Lladró en la calle Poeta Querol; una prueba de “alta porcelana”. El beso, un homenaje a Gustave Klimt, que salió a la venta por unos 13.000 € o incluso, un prototipo de una figura que se va a lanzar el próximo otoño.
Fuente: EL PAIS.