ALFREDO MONTEJO SANCHEZ, nacido en 1907 (Ávila) comienza el oficio, como aprendiz, a la temprana edad de 14 años, en una gran fábrica madrileña de platería.
El origen de Montejo habría que situarlo algún tiempo más tarde, en 1932, año en que aquel aprendiz, ya oficial, abre un pequeño obrador destinado a la elaboración de artesanía en plata.
Hombre emprendedor de gran carácter y enorme visión de negocio, se establece en los años de la posguerra (1942), en un pequeño taller en la calle Nueva del Este, lejos del ruido del centro del Madrid de la época. Se trata de un reducido taller con pocos operarios, cobijo de lo artesano, de lo tradicional, del gusto por lo clásico.
Ya en esta época se incorporan al negocio familiar Alfredo y Julio Montejo, hijos del fundador.
En 1947 se traslada el taller a la calle Bocángel, un pequeño local anexo a la vivienda familiar de los Montejo. Es precisamente esta cercanía del hogar familiar lo que hará que Francisca madre e hija colaboren también de forma muy activa en el desarrollo del negocio. En esos años, el lento despertar de la economía nacional, unido al empuje y empeño del Orfebre Montejo, hace que pronto ese local quede pequeño, de manera que unos años más tarde, en 1953, se inaugura la Fábrica de Platería Montejo, a pocos metros del antiguo taller, en la calle Bocángel número 32 de Madrid.
Poco después, se incorpora a la empresa Joaquín Osorio, trabajador infatigable, yerno del fundador. Ya no se trata de un pequeño taller. Hablamos ahora de un mayor despliegue de medios materiales y humanos, donde, siguiendo el espíritu de Montejo, sus continuadores, siguen dando sentido a cada golpe de martillo y cincel.
En estos años, con la implicación de las nuevas generaciones de la familia MONTEJO, gracias a la combinación de los métodos tradicionales para dar forma al metal, el conocimiento, la sabiduría acumulada y la aplicación de modernas técnicas de platería.
Establecida la fábrica de platería desde el año 1971 en la Calle Julián Camarillo, en el mismo Madrid y a la vez lejos de su incesante bullicio, la tercera generación de Montejo, gracias a la experiencia y mantenimiento de una actividad básicamente artesanal, gracias al cariño, al esfuerzo y al carácter puesto en cada enseñanza adquirida de sus mayores, consolida lo que hoy en día es una de las empresas de mayor prestigio en el sector de la orfebrería.
FUENTE: MONTEJO ORFEBRES S.A.